Los gatos y su obsesión por las cajas de cartón

Para los humanos, el sueño es una gran casa con jardín y piscina. Para los gatos, el paraíso tiene cuatro paredes de cartón y encaja tan justo que no pueden moverse

Garfield

Una casa es una casa, sin importar el tamaño

Para los humanos, el sueño es una gran casa con jardín y piscina. Para los gatos, el paraíso tiene cuatro paredes de cartón y encaja tan justo que no pueden moverse.

Mientras nosotros nos preocupamos por el diseño y el confort, un gato solo necesita una caja vacía para sentirse el dueño del mundo. Y cuanto más pequeña, mejor.

¿Por qué les gustan tanto las cajas?

Nadie lo sabe con certeza. Tal vez sea el instinto de esconderse en espacios cerrados, la sensación de seguridad o simplemente el placer de ignorarte mientras abres un paquete solo para reclamar la caja como suya en segundos.

Regla número uno: Si es una caja, le pertenece al gato

Puedes comprar la mejor cama del mercado, con cojines suaves y diseño ergonómico, pero si dejas una caja vacía en el suelo, el resultado siempre será el mismo. La cama quedará olvidada, y la caja será su nuevo hogar.

Incluso si la caja es demasiado pequeña, el gato encontrará la manera de meterse dentro. No importa cómo, solo importa que pertenezca a la caja.

La lógica felina: nunca la entenderemos

Cajas grandes, cajas pequeñas, cajas sin abrir… Para los gatos, cada caja es un palacio. Y mientras tú te preguntas cómo algo tan incómodo puede ser su lugar favorito, ellos están ocupados ronroneando felices en su nueva mansión de cartón.