Los gatos y la eterna batalla por tu teclado

Te sientas, abres tu portátil y empiezas a escribir. Todo va bien, hasta que una criatura peluda decide caminar tranquilamente sobre tu teclado y acomodarse justo en medio de tu trabajo.

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¿Trabajando desde casa? Tu gato tiene otros planes

Te sientas, abres tu portátil y empiezas a escribir. Todo va bien, hasta que una criatura peluda decide caminar tranquilamente sobre tu teclado y acomodarse justo en medio de tu trabajo.

Tu gato no está buscando solo calor. No, esto es un acto completamente intencional. Para él, tu teclado es la combinación perfecta de fuente de atención, almohadilla térmica y, lo más importante, el mejor lugar para recordarte que él es lo más importante en tu vida.

Tu trabajo ahora es un desastre aprobado por tu gato

Cuando intentas moverlo suavemente, se desliza justo lo suficiente para causar el máximo caos. De repente, aparecen caracteres aleatorios en la pantalla, se envían correos electrónicos por accidente y las pestañas importantes desaparecen misteriosamente.

¿Y si te atreves a apartarlo? Volverá en cuestión de segundos, mirándote con ojos inocentes como si preguntara: "Oh, ¿esto era tuyo?"

Claramente, necesitas mejorar tu escritura

Desde la perspectiva de tu gato, tu redacción necesita mejoras urgentes. Por eso insiste en caminar sobre tu teclado, añadiendo su propio "toque personal". Una línea de caracteres ininteligibles en medio de tu informe? Es solo su forma de ayudarte.

Y seamos honestos: ¿quién va a discutir con un editor que se niega a recibir críticas?

La resistencia es inútil

No importa cuántas veces intentes redirigirlo a su cama cómoda o a su costoso rascador, tu teclado sigue siendo su lugar favorito. Después de todo, ¿por qué dormir en otro sitio cuando puede estar justo donde más estorba?

A estas alturas, solo te queda una opción: aceptar tu destino. Tu gato es ahora tu nuevo compañero de trabajo y su única misión es hacer que el tuyo sea imposible.